Algo estamos haciendo mal en la promoción del AOVE
Algo estamos haciendo mal cuando el aceite de oliva virgen extra, pilar de la dieta mediterránea, ha perdido todo su valor para el mercado. Algo estamos haciendo mal cuando cambiamos un estilo de vida, ejemplo de salud y longevidad para el resto del mundo, por modas pasajeras.
¿Qué está pasando?
El mercado presenta una dura realidad:
- Un producto saludable como el AOVE, que nos ayuda a no padecer enfermedades indeseables (avalado por más de 50.000 estudios científicos), se vende a un precio inferior al coste. Un producto respetuoso con el medioambiente, que no solo ayuda a eliminar el temido CO2 de la atmósfera, sino que además es un ecosistema en sí mismo, está dejando de ser consumido por los más jóvenes tan concienciados con la lucha contra el cambio climático y la biodiversidad.
- Otros productos adictivos y no recomendables para la salud, como por ejemplo la Coca Cola, se vende a un precio 30 veces superior a su coste de producción. Un producto dañino para el medioambiente y para las personas no para de aumentar su consumo entre jóvenes y mayores.
¿Por qué se comporta así el mercado?
¿Como puede un producto perjudicial para los consumidores convertirse en un estilo de vida?
¿Como puede un producto, base de una dieta que reduce un 40% el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, entre otras muchas ventajas para la salud de los consumidores, estar condenado a la precariedad total?
La respuesta es muy simple y se resume en una palabra: marketing.
Ya lo decía Evaristo el visionario:
Que tenga buena cara es lo que importa, anuncio con maciza y asunto terminado…
El marketing ha conseguido que una botella de agua edulcorada y azucarada se convierta en un estilo de vida. Coca Cola gasta 10 veces más en marketing que en producción y como resultado ha pasado de vender refrescos a vender experiencias.
Empresas como Herbalife venden un estilo de vida saludable. Un ejército de comerciales predica las bondades de un producto que no sería necesario si los consumidores contasen con una correcta educación alimentaria.
¿Quién puede contra el marketing?
¿Qué se está haciendo para fomentar el consumo de aceite de oliva?
Por motivos obvios, las autoridades europeas deberían ser los primeros interesados en que la población consuma aceite de oliva. El uso de un alimento que reduce el riesgo de padecer enfermedades supone una mejora en la calidad de vida de los ciudadanos y una reducción del gasto sanitario.
Sus acciones están dirigidas a informar a los consumidores sobre el valor saludable de los productos alimenticios para que puedan elegir libremente. NutriScore se llama la herramienta que utiliza la UE para hacer esta clasificación. Si realizamos una comparativa con esta herramienta entre Coca-cola Zero y el aceite de oliva, veremos que uno es clasificado con una B (verde claro, es decir, un notable), mientras que el otro lo es con una D (naranja, es decir, suspenso). Y no es el aceite de oliva el que sale bien parado.
El Consejo Oleícola Internacional, que es el organismo encargado de contribuir al desarrollo responsable y sostenible del olivar, es otro gran interesado en el fomento del consumo de aceite de oliva, pero sus acciones no tienen el efecto deseado. Aún contando con los mejores argumentos para que el consumidor incluya nuestro oro liquido en su dieta, no consigue transmitir un mensaje que active el consumo.
Algo estamos haciendo mal cuando no todos los consumidores saben que el uso de 20 gr de AOVE al día reducen la probabilidad de padecer enfermedades
Pero ¿Qué podemos hacer?
¿Qué se puede hacer para que el consumidor perciba que, cuando compra una botella de aceite de oliva, tiene en sus manos el zumo destinado a mejorar su calidad de vida actual y a garantizar un mejor envejecimiento? Y sobre todo ¿Qué podemos hacer para que sea el consumidor quien transmita el valor de nuestro oro líquido?
No tenemos la receta, pero si tenemos los ingredientes:
- Contamos con el mayor estudio científico que existe a nivel mundial (el estudio PREDIMED), donde se demuestra que el aceite de oliva dentro de la dieta mediterránea previene la aparición de enfermedades.
- Tenemos miles de estudios científicos que demuestran el efecto beneficioso de nuestro aceite de oliva sobre las más diversas enfermedades.
- Contamos con expertos a nivel mundial en medicina y dietética que saben transmitir el valor de nuestro oro líquido.
- Tenemos con los mejores cocineros del mundo y con su creatividad para demostrar al mundo lo delicioso que es cuidarse.
- Existe una legislación europea que indica la cantidad necesaria de aceite que debemos consumir para que nuestro organismo disfrute de sus propiedades beneficiosas.
- Contamos con un ecosistema único que podemos mostrar al mundo como ejemplo de sostenibilidad.
- Y sobre todo contamos con el saber de nuestros mayores, que son el ejemplo vivo de los beneficios que aporta el aceite de oliva al organismo de los consumidores.
¿Quién se atreve a iniciar la revolución?